Francia: Desde hace décadas, ningún otro país consigue atraer a tantos viajeros. Abundan las razones para elegirlo como destino –sus ciudades y paisajes, la buena mesa...– pero este especial se centra en las históricas. El viaje a través del tiempo empieza en la cueva de Lascaux, cuyas pinturas admitirían la comparación con obras de Picasso, Miró o Klee; Bretaña y sus fabulosos monumentos megalíticos o la Provenza, región que enamoró a los antiguos romanos. De la cuna del arte gótico dan fe dos joyas sublimes: la catedral de Chartres y la Sainte-Chapelle, más la catedral de Notre Dame. El legado medieval se completa con el Camino de Santiago que unía Tours con Roncesvalles y un recorrido por el País Cátaro. Los castillos del Loira y el palacio de Versalles testimonian el esplendor real que desembocó en la Revolución Francesa. Mientras que las fronteras entre la realidad, la épica y la leyenda se difuminan en el Mont Saint-Michel.