La victoria alemana de 1940 dejó pasmado al mundo. Francia, una gran
potencia europea y poseedora de uno de los mayores ejércitos del mundo,
cayó en menos de siete semanas ante el poder de la Wehrmacht alemana.
El secreto del triunfo del ejército alemán residió en su cuidadosamente
elaborada organización y en las tácticas de la Blitzkrieg. Divisiones de
carros moviéndose con gran rapidez, apoyadas por una infantería
acorazada y móvil, barrieron a sus oponentes, con la colaboración de
bombarderos convencionales y mortíferos bombarderos en picado Stuka.
El detallado texto de Alan Shepperd pasa revista a las tácticas,
organización y equipamiento de las fuerzas aliadas y alemanas, y
proporciona un relato día a día del período más crucial de la batalla.